San Valentín. A nadie le deja indiferente, lo normal es que estés deseando o temiendo que llegue el día.
Con bastantes días de antelación te empiezan a bombardear en escaparates (en esto da igual que pretendan venderte un microondas, unos bombones o un gel con olor a vainilla), anuncios en televisión y hasta redes sociales. ¡No me digáis que no habéis visto anuncios en nuestras queridas redes sociales de restaurantes!